lunes, 17 de febrero de 2014

Mons. Luís Andrade Valderrama 1902-1977, arzobispo de Bogotá, compañero de estudios del P. Martín en Roma y en Jerusalén


El P. Martín llegó a Roma el mes de septiembre de 1925 para estudiar  especializarse en los estudios de Sagrada Escritura. Permaneció en dicha ciudad hasta el verano de 1927, cuando pasó a Jerusalén a continuar ampliando estudios en el Instituto Franciscano de la Flagelación. En Roma y en Jerusalén,Monseñor Luis Andrade, franciscano, natural de Colombia. fue compañero del beato Martín.Ofecemos un perfil de Mons- Andrade publicado en la web de la Aquidiócesis de Santa Fe de Antioquia (Colombia)

Nació en Bucaramanga el 12 de enero de 1902. Fueron sus progenitores el señor Eugenio Valderrama y la señora Inés Valderrama. Este hogar fue bendecido por Dios con las vocaciones de un obispo y cuatro sacerdotes. Se ordenó de sacerdote en Bogotá el 7 de marzo de 1925. Se especializó en Sagrada Escritura en el Antoniano, universidad franciscana, en Roma, y en el Instituto Bíblico de la Orden en Jerusalén. En Bogotá fue Guardián de la Porciúncula y Ministro Provincial.
El 9 de febrero de 1939 fue preconizado Obispo Auxiliar de Bogotá y el 21 de mayo del mismo año, consagrado en la catedral primada: Nombrado Obispo de Antioquia el 30 de junio de 1944, se posesionó el 5 de agosto.
Convento de la flagelación, en Jerusalén
Durante su gobierno prosiguió la organización de la Diócesis, apenas iniciada por monseñor Toro. Hubo de luchar en medio de graves problemas, como la escasez de clero y de recursos económicos. A tan difícil misión consagró iniciativas y desvelos, esfuerzos y fatigas, todas sus energías y claras dotes. Expidió una serie de decretos muy beneficiosos para la marcha diocesana, veló por el mejoramiento intelectual, espiritual y material del seminario; lo dotó de una nómina selecta de profesores. Creó seis parroquias y realizó valiosas obras y actividades pastorales, que sería largo enumerar. Con espíritu misionero afrontó penalidades y peligros en viajes por el mar Caribe para visitar los caseríos de la costa de Urabá.
En la época candente de la violencia política, ocurrida a mediados de su siglo, fue pregonero de paz y padeció lo indecible ante la discordia entre hermanos. Supo sufrir y perdonar. Se retiró de su sede a Bogotá en marzo de 1952 al ser nombrado como auxiliar monseñor Guillermo Escobar Vélez y le fue aceptada su renuncia en mayo de 1955. En la última década de su vida se dedicó principalmente al apostolado de la educación y a la enseñanza de la Sagrada Escritura y fue Capellán de Palacio en tiempos de Carlos Lleras Restrepo. Falleció en Bogotá el 29 de junio de 1977. El 21 de octubre de 1982 fueron trasladados sus restos mortales desde la capital a Santa Fe de Antioquia. Multitudinarios y afectuosos homenajes póstumos tributaron la ciudad y la diócesis a un pastor que se desveló por su grey.
Fue un hombre de Dios, de espíritu franciscano, en todo lo que esto significa de piedad, bondad, sencillez y afecto a la Santa Sede. En su personalidad se asociaban prendas de difícil alianza: era pastor de unión con Dios y de contacto con la realidad terrena en el servicio al prójimo, hombre de dinamismo y oración, de humildad y carácter, de pensamiento y acción, de rectitud sin fanatismo, de criterio sin doblez.
Murió en Bogotá el 29 de junio de 1977.
http://www.arquisantioquia.org.

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